Incluso los modistas más experimentados pueden cometer errores y tener que corregir la prenda que están elaborando.
Los descosedores son un utensilio indispensable para cualquiera que se dedica a la costura, ya que con ellos se puede descoser, sacar esquinas, deshacer dobladillos o abrir ojales. Estos tienen dos puntas que contienen una especie de mini cuchilla curva entre las dos puntas, la cual realiza el corte de hilo y una punta más corta protegida con una bolita de plástico para no perforar la tela.
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Como descoser con esta herramienta de costura
En el mundo de la costura no solo hay que hacerlo bien, también se debe aprender a descoser, ya que no es rentable volver a elaborar la prenda que corrigiendo los desperfectos. Existe una técnica infalible que permite realizar esta labor de una manera más fácil, rápida y que faculta deshacer las costuras de una forma cómoda y sin perder mucho tiempo y así dedicar mayor tiempo a lo que realmente es, coser.
Aunque el descosedor es una de las principales herramientas para deshacer el trabajo ya hecho a muchos no les gusta tener que usarlos, porque eso significa que algo salió mal mientras se cosía, sin embargo, no solo es necesario para descoser algo que ha salido mal, sino que también se necesita para hacer arreglos en ropa, como coger un bajo o hacer ajustes en faldas y camisas.
Este es un instrumento práctico para rehacer rápido, cuando la tela de la prenda no es muy delicada. Sin embargo, hay que tener cuidado cuando se hace para no perforar.
Funcionamiento de un descosedor
Lo primero que se debe hacer es deshacer unos centímetros de costura con ayuda de la cuchilla curva que tiene el descosedor. Después, meterlos en el interior de la línea de la costura y ejercer presión sobre los hilos que aún no se han descosido y cortarlos con la cuchilla que se encuentra entre las dos puntas.
La punta más corta debe ir en la parte inferior (la que tiene la bolita plástica) para evitar que se rasgue la tela y la más larga por la superior. Al ejercer presión, los hilos se van a ir cortando a lo largo de la costura.
El saber descoser es de gran ayuda para que el trabajo no se haga pesado y, como dice el refrán “coser y descoser, es todo hacer”, así que, cuando se tenga que deshacer algo que ha salido mal, no hay que desesperarse, solo hay que aprender hacerlo.